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Cómo preparar a tu perro para ir a una residencia canina y garantizar una buena experiencia

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Cómo preparar a tu perro para ir a una residencia canina y garantizar una buena experiencia
  • JAVIER MARTINEZ DE CAMPAMENTO DE MASCOTAS Y SOLOESUN PERRO.
  • 11/11/2025
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Preparar la maleta de un perro antes de dejarlo unos días en una residencia canina puede generar muchas dudas. Qué debe llevar, cómo adaptarlo a la separación o cómo asegurarse de que estará tranquilo y bien cuidado son preguntas habituales entre los tutores que dejan a su perro al cuidado de profesionales por primera vez.

Para preparar este artículo, hemos contado con la ayuda del equipo de Solo es un perro, que gestionan una residencia canina y cada día reciben las mismas dudas por parte de sus clientes.

En este tipo de situaciones, una buena preparación previa facilita mucho la adaptación del perro y contribuye a que viva la experiencia como unas pequeñas vacaciones.

A continuación, os detallamos los pasos y consejos más importantes para que su estancia en una residencia canina sea positiva y segura.

Familiarizarlo con el entorno antes de la estancia

Uno de los aspectos más importantes para que un perro se sienta tranquilo durante su estancia en una residencia canina es que el lugar no le resulte totalmente desconocido. Los perros son animales muy sensibles a los cambios de entorno y rutina, y una simple visita previa puede marcar la diferencia entre una experiencia estresante y una agradable.

Siempre que sea posible, conviene acudir a la residencia antes del día de entrada. Durante esa visita, el perro puede olfatear el terreno, conocer al personal y explorar parte de las instalaciones con calma.

Además, estas visitas previas son una excelente oportunidad para que los cuidadores evalúen el temperamento y las necesidades individuales del perro: cómo se relaciona con otros animales, si necesita medicación o tiene alguna sensibilidad concreta. Cuanta más información tengan los profesionales, más fácil será diseñar una rutina personalizada que se adapte a él desde el primer día.

En definitiva, una primera visita guiada es el mejor punto de partida para que el perro sienta el hotel canino como un lugar familiar, donde puede relajarse, jugar y descansar sin miedo a lo desconocido.



Preparar correctamente su maleta

Una buena preparación evita contratiempos. Hay algunos elementos que no pueden faltar:

1. Documentación veterinaria actualizada

La cartilla sanitaria con las vacunas de rabia, polivalente y tos de las perreras al día es obligatoria en cualquier residencia canina profesional. Garantiza su seguridad y la de los demás perros.

2. Su comida habitual

Es recomendable llevar su alimento ya racionado y etiquetado. Mantener su dieta habitual reduce el riesgo de molestias digestivas. En caso de que pierda el apetito, puede añadirse algo que le estimule a comer, como un poco de comida húmeda o su mezcla favorita. Es imprescindible que esas mezclas sean “recetas probadas” y conocidas para el perro en su casa, nunca es buena idea hacer experimentos en un cambio de rutina.

3. Medicación y suplementos, si los necesita

Deben entregarse junto con instrucciones escritas que detallen dosis, frecuencia y forma de administración. No es raro que algunos perros tomen las pastillas con trozos de comida o embutido, y ese detalle ayuda a los cuidadores a seguir la rutina sin estrés.

4. Cama o Manta

Llevar una prenda o cama con su olor puede ayudarle a relajarse en los primeros días. Sin embargo, si es propenso a romper objetos, es mejor optar por algo de poco valor o prescindir de ello.

5. Juguetes o masticables seguros

Solo si la residencia lo permite y siempre que sean resistentes y no supongan riesgo de atragantamiento. Aquí es fundamental seleccionar masticables que sean lo más seguros posible.

Introducir los cambios poco a poco

Si el perro nunca ha dormido fuera de casa, lo ideal es acostumbrarlo de manera progresiva.

Dejarlo unas horas en la residencia o hacer una estancia corta de prueba puede ayudar a reducir la ansiedad y a que entienda que las separaciones son temporales.

Los días previos a la estancia, es recomendable mantener sus rutinas normales de comida, paseo y descanso.

Realizar una despedida tranquila

El momento de dejarlo en la residencia debe ser breve y calmado. Las despedidas largas o con exceso de dramatismo no son una buena idea.

Lo más recomendable es actuar con naturalidad, sin proyectar tristeza o culpa. Los cuidadores profesionales saben acompañar ese momento y ayudar al perro a adaptarse con juegos, paseo o alguna rutina de bienvenida.

Lo que debe ofrecer una buena residencia canina

Un centro canino profesional no es solo un lugar donde “dejar” al perro, sino un espacio pensado para su bienestar.

Las residencias caninas de calidad cuentan con amplias zonas al aire libre, habitaciones individuales, supervisión constante y un equipo formado en comportamiento canino.

Además, organizan paseos y momentos de juego adaptados a cada perro, equilibrando la actividad física con el descanso.

Antes de elegir, conviene preguntar por el protocolo de limpieza, los horarios, la supervisión y las rutinas diarias. Un centro que ofrece transparencia y comunicación constante con las familias es siempre una buena señal.

Al volver a casa: tiempo de reajuste

Después de su estancia, es posible que el perro llegue algo más cansado o excitado de lo habitual. Ha estado en un entorno nuevo, con estímulos diferentes y un ritmo de actividades distinto.

En esos casos, lo mejor es dejar que descanse, comer su comida habitual y recuperar poco a poco las rutinas.

También puede mostrar un exceso de apego los primeros días, algo completamente normal tras un periodo de separación.

En resumen

Dejar a un perro en una residencia canina profesional puede generar preguntas en las familias, pero con una buena planificación se convierte en una experiencia positiva.

Visitar el centro con antelación, preparar su maleta con lo esencial, mantener la calma y confiar en profesionales experimentados son los pilares para que todo salga bien.

Y, sobre todo, elegir un lugar donde el bienestar animal sea la prioridad es la mejor garantía de tranquilidad para las familias que quieren viajar sabiendo que su perro estará atendido, relajado y feliz.


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